En el corazón de León Rougés, a unos 30 kilómetros de Monteros, se levanta la escuela secundaria de Yonopongo, una institución que desde hace años, se mantiene estoica para el futuro de decenas de adolescentes. Hoy, en ese edificio rodeado de cañaverales, estudian las dos amigas de cuarto año que se convirtieron en las primeras finalistas del concurso televisivo Enseñame Tucumán. Ellas son Bahiana Abigail Galarza Ganim y María Lucía Córdoba, quienes en apenas unas semanas jugarán por un viaje de estudios y diversión a Villa Carlos Paz.
El término Yonopongo, lejos de las bromas que muchas veces despierta, proviene de la lengua lule-vilela: “yo no” significa abierto y “pongo”, puerta. Su significado es “lugar de puertas abiertas”, aunque la tradición popular sostiene otra versión pintoresca. Algunos lugareños dicen que nació como una negativa de los vecinos a aportar fondos para una capilla, con la frase “yo no pongo”.
Entre libros y constancia
“Las otras escuelas eran muy prestigiosas y con mucho conocimiento. Al ser una escuela rural, muchas veces no se nos da a conocer, y llegar a la final nos llena de orgullo”, cuenta Bahiana, que sueña con terminar el nivel medio, estudiar Criminalística.“Me interesa poder investigar casos que aún no están resueltos, como desapariciones o femicidios. Me llamó mucho la atención lo que pasó con Loan, porque todavía no hay respuestas claras”, comenta.
María Lucía la escucha y asiente. “Con las otras escuelas pensábamos que no íbamos a llegar tan lejos porque sabían mucho. Por eso fue una sorpresa enorme pasar a la final”, agrega. A futuro su interés está más cerca del derecho, aunque aún duda. “Todavía no lo tengo muy definido, pero me gusta abogacía”, dice.
El método de estudio de ambas también tiene diferencia. “Para estudiar hago resúmenes y después un resumen del resumen. Me sirve escribir a mano, porque así me queda mejor”, explica Lucía, que se describe como más desestructurada: “A veces prefiero hacerlo a último momento, porque leo y como tengo buena memoria me queda rápido”. Bahiana, en cambio, es más metódica y detallista.
Su amistad nació bajo los muros de esta escuela, pero confiesan que tardaron un tiempo en cosolidarla ya que al principio no se caían bien. “Hoy somos inseparables, nos contamos todo y estudiamos juntas con mucha constancia. Eso nos ayudó a llegar a la final”, indica Lucía. Y Bahiana completa: “Cuando terminó el programa recibí mensajes que me emocionaron. Mi amiga Alma me escribió que estaba muy orgullosa de nosotras y que gracias por representarlas”.
El rol de las familias
En sus hogares, el orgullo se mezcla con sacrificios. “Bahiana es muy constante. Todo lo que se propone lo logra. Yo cumplo el rol de mamá y de papá, a veces se complica porque tenemos una sola moto para llevarlos a la escuela, pero nunca le faltó nada”, cuenta su madre, Nely Fernández, que la acompaña hasta altas horas de la noche haciéndole preguntas para repasar. En su vehículo, tardan cerca de media hora en llegar cada día, desde su casa a la escuela.
Mónica Ganin. mamá de Lucía también revive la emoción de la semifinal: “Seguí todo por LG Play. Cuando la vi no lo podía creer, lloré de felicidad. Siempre la aliento a estudiar. Tiene buena memoria y aprende rápido. Estoy muy orgullosa de esta escuela, que no tiene nada que envidiar a las de la ciudad”.
Resistir y abrir caminos
Entre paredes pintadas por las promociones (con frases como “Aquí no sucede el futuro, sucede el presente”), Bahiana y Lucía se preparan para la última gran prueba. “Queremos agradecer todos los mensajes de buena energía. Vamos a hacer lo posible para llegar más lejos”, coinciden.
Desde Yonopongo, el “lugar de puertas abiertas”, estas dos amigas no solo representarán a su escuela, sino también a toda la educación rural tucumana en la final de Enseñame Tucumán.
“En esta escuela nuestros alumnos sueñan en grande”
La escuela Secundaria de Yonopongo es, desde hace una década, el punto de encuentro de adolescentes de distintas localidades rurales que llegan con el objetivo de estudiar y proyectar un futuro distinto. Con modalidad en Ciencias Naturales y una matrícula de 137 estudiantes, la institución no solo brinda formación académica, sino que también sostiene el esfuerzo de decenas de familias que trabajan principalmente en el campo.
“Al ser una institución con orientación en Ciencias Naturales, tuvimos que encontrar momentos y horas extras para que los chicos pudieran estudiar para Enseñame Tucumán. No era solamente Bahiana y Lucía. El concurso comienzó mucho antes de julio, con la etapa escolar, y los profesores también hicieron un esfuerzo enorme para acompañarlos”, relata la directora Elina Albornoz.
El funcionamiento de la escuela se organiza en turnos. A la mañana, jardín y primaria; a la tarde, la secundaria de primero a sexto año. “Nuestros alumnos provienen no solo de la primaria que está aquí cerca, la escuela 13, sino también de la escuela 81 Felipe Moreno, y de otras instituciones de la zona. Incluso recibimos estudiantes de comunidades de Simoca. Muchos de sus padres trabajan en la caña, pero también hay hijos de docentes. Es una comunidad que busca superarse”, señala.
Trayectoria y ruralidad
Con más de 20 años de experiencia docente, Albornoz conoce de cerca la realidad de la educación en contextos rurales. “He trabajado en Tafí del Valle, en Potrerillos, y también fui directora en la secundaria de Capitán Cáceres. Lo que destaco de este lugar es el deseo de tener educación superior. Acá ya tenemos egresados que son profesores de Educación Física, de Lengua, o que se formaron en Enfermería. Eso nos llena de orgullo, porque demuestra que nuestros estudiantes sueñan en grande y buscan seguir estudiando”, dice.
Bahiana Galarza y Lucía Córdoba forman parte de esa nueva generación. “Hoy son el ejemplo de cómo la constancia, el trabajo en equipo y el acompañamiento de la comunidad hacen posible que una escuela rural llegue a una instancia provincial como la final de Enseñame Tucumán”, reflexiona Albornoz.
El cronograma para el viernes
El próximo viernes, desde los estudios de LG Play, se disputará la segunda semifinal del certamen “Enseñame Tucumán”. En esta nueva instancia, los protagonistas serán los estudiantes de 5° año que, luego de superar las fases anteriores, buscarán un lugar en la gran final del viernes 26 de septiembre.
Al igual que en la primera semifinal, las consignas no se limitarán a la memorización: se apoyarán en una bibliografía específica sobre la historia y la cultura provincial, con fragmentos de obras literarias, poemas de autores tucumanos. La propuesta combina aprendizaje y entretenimiento, en un formato que desafía la rapidez mental, la memoria y la capacidad de trabajar bajo presión.
Por el Circuito 1, del Instituto Privado Rivadavia F-79, participarán Gabriel Ángel Gómez y Ana Luz Morhill. Por el Circuito 2, las representantes serán Sophía Nanni Martínez y María Celina Bravo, del Instituto Jim. En el Circuito 3 competirán Agostina González y Horacio Conesa, del Colegio San Fernando. Por el Circuito 4 estarán presentes Miguel Lautaro y Javier Francisco Yankez, del Normal Superior Teniente Julio A. Roca. Finalmente, en el Circuito 5 lo harán Nicole Suárez Mangone y Julieta Estofán, del Instituto Nuestra Señora de la Consolación. Los participantes deberán demostrar su dominio en áreas como pueblos originarios, patrimonio cultural, la historia de San Miguel de Tucumán, la Batalla de Tucumán y el Congreso de 1816.
El material de estudio usado
En la previa a cada instancia de “Enseñame Tucumán”, cada institución educativa recibió material pedagógico especialmente diseñado, acompañado por la orientación de los docentes, con el fin de repasar los principales contenidos y fortalecer la preparación de los equipos. Los libros sugeridos con énfasis para estudiar fueron “La cultura: artistas, instituciones, prácticas” , de Marcela Vignoli, “La población: su dinámica y los retratos resultantes” (Imago Mundi, Buenos Aires), Julia Ortiz de D’Arterio y “Historia del Municipio de San Miguel de Tucumán” (Imago Mundi, Buenos Aires), de Gabriela Tío Vallejo, Ana Wilde y Constanza Cattáneo.
En los apartados internos también figuran autores como Soledad Martínez Zuccardi, Gloria Zjawin, Dinorah Cardozo, entre varios otros. Los estudiantes no solo ponen en juego lo aprendido en instancias anteriores, sino que también deben demostrar sus saberes en torno a la cultura general y a la identidad tucumana. El temario abarca un amplio abanico: desde la división política, el relieve y el clima, hasta aspectos vinculados con la demografía, los pueblos originarios y el patrimonio cultural.
A su vez, durante todos los programas se incluyen ejes centrales y trascendentes de la historia provincial, como la fundación de San Miguel de Tucumán, la Batalla de Tucumán y las resoluciones del Congreso de 1816, que marcaron un antes y un después en la vida del país.
El origen de “Enseñame...”
El 7 de julio de 1979 La GACETA puso en marcha junto al Ministerio de Educación y la Secretaría de Cultura el primer certamen de preguntas y respuestas de la provincia. Nuestro diario buscaba llevar a la sociedad un programa de televisión esencialmente educativo que sirva como aporte cultural a la niñez tucumana. En aquella ocasión la temática seleccionada fue “la Historia de nuestra Independencia” y estuvo destinado a alumnos de 6° y 7° grado de las escuelas primarias de Tucumán. El certamen, que llevaba el nombre “Sí, es verdad, lo dice LA GACETA”, se transmitía en vivo por la pantalla de Canal 10 y fue Carlos D´Agostino -animador del conocido “Odol Pregunta”- el conductor estrella del programa. Su figura era muy conocida en esa época, pues había sido el animador de “Volver a vivir” o “Comentarios del diario vivir” que le dieron un plus a la competencia organizada por LA GACETA. Rápidamente el certamen se volvió un éxito rotundo, incluso en provincias vecinas.
“En Tucumán, de nada se habló tanto como de “Sí, es verdad, lo dice LA GACETA, a punto tal que ese eslogan se ganó las aplicaciones más insólitas en la conversación de la gente. La popularidad del ciclo fue mucho más allá de la competencia y alentó la hermandad de los chicos de todo el territorio tucumano y del NOA”, explicaba un texto de la época. El ciclo tuvo su final el 22 de julio de 1979 cuando Canal 10 logró un pico de audiencia en el año.